SANDRO ROMERO ASEGURA "SALLY STATION PUEDE BAILAR" ("SALLY CAN DANCE!")
(VERSIÓN EN ESPAÑOL ABAJO)
The year is off to a wild start - lots of good stuff, especially a GREAT ARTICLE by one of my favorite Colombian authors and music critics, Sandro Romero Rey. His blog entries are published in the country's No. 1 literary mag "MALPENSANTE" and this one asks the question: "Why do some foreigners fall so deeply in love with Colombia?" I don't believe we really got to the bottom of that question in the interview, even though it lasted for well over an hour, but the text reveals lots of little details I'd forgotten about my happily checkered music career and made me realize how, without actually being aware of it, this long musical haul of mine has touched the lives and sensibilities of many people I really respect. So thanks to Malpensante and, especially, to Dr. (and not just of rock) Romero Rey, the biggest Stones fan I have ever known and possessor of more music trivia than I'll ever be able to retain, for putting it all down in writing. HAPPY NEW YEAR!
Arrancó el año de manera bien agitada - con muchas cosas buenas, sobre todo un ARTÍCULO MARAVILLOSO escrito por uno de los autores/críticos de música que más respeto, Sandro Romero Rey. Su blog se publica en la gran revista literaria MALPENSANTE y en esta entrada, dedicada a Sally Station y Xumapaz, hace la pregunta: ¿Por qué hay extranjeros que se enamoran tanto de Colombia? No creo que llegamos a contestar a fondo la pregunta durante la larga entrevista que me hizo (hablé, como de costumbre, demasiado y duró más de una hora), pero el texto revela muchos detallitos que se me habían olvidado sobre mi felizmente accidentada carrera musical y me hizo caer en cuenta de cómo, sin darme cuenta, este viaje mío, largo y sonoro, ha tocado la fibra y las sensibilidades de muchas de las personas que más quiero y respeto. Gracias entonces al MALPENSANTE y, sobre todo, al doctor (y no solamente del rock) Romero Rey, el fan más grande de los Stones que yo conozco y poseedor de más trivialidades musicales que yo jamás sería capaz de retener, por haberlo puesto por escrito. ¡FELIZ AÑO!